viernes, 14 de septiembre de 2007

Negocios

Las Pymes, los cheques diferidos y La Bolsa

Por Guillermo Busso (*)


Para muchas Pymes, llegar a ser proveedoras de empresas grandes como un hipermercado o una empresa de telefonía, por ejemplo, puede significar tocar el cielo con las manos. Claro está, siempre y cuando tengan "espalda financiera" para sobrevivir hasta el momento del pago, que en general es mediante cheques de pago diferido a 60, 90 o 120 días.
Hasta hace poco tiempo, cuando una Pyme recibía estos cheques no tenía muchas opciones. Podía guardarlos en un cajón, marcar en el calendario la fecha de pago y rezar para sobrevivir hasta que llegara "el gran día". También podía recurrir al mercado "informal", donde prestamente le canjeaban el cheque por una suma en efectivo...
aunque con un descuento que podía llegar hasta al 40% del importe en cuestión.
Atendiendo a esta necesidad del mercado, y conociendo las dificultades de financiación que tiene el sector, la Bolsa de Comercio ofrece hoy otra opción: la de negociar en la institución los cheques de pago diferido, lo que permitiría a las Pymes conseguir efectivo de manera inmediata a tasas de interés razonables, y sin que esto impacte en su historial bancario.

El trámite es bastante sencillo, consiste en que las empresas "grandes" realicen un trámite en la Bolsa para que la institución descuente sus cheques (descuentos que se realizan al valor nominal, menos la tasa de interés). Aunque todavía pocas Pymes lo saben y menos aún lo utilizan, este sistema está en marcha y sólo hay que lograr que el mercado gane volumen para tener más liquidez y poder seguir bajando la tasa de descuento.

Los cheques de pago diferido se pueden negociar mediante "cheques patrocinados" o "cheques avalados". Los primeros son cheques de pago diferido a favor de terceros, librados por sociedades comerciales de cualquier tipo, cooperativas, asociaciones civiles, mutuales o fundaciones, endosados a favor de la Caja de Valores y depositados dentro de la reglamentación que prevé la Bolsa.

Si bien las empresas que cotizan sus acciones en la Bolsa tienen un trámite simplificado, en realidad cualquier empresa puede hacerlo.
Sólo tiene que firmar el convenio y enviar la lista de cheques que "patrocina" (en realidad por los que responde directamente sin necesidad de afectar al endosante) para su negociación en el mercado.
Cuando llegan al recinto de la mano de un intermediario, se ofrecen en un tablero especialmente destinado a esos cheques y los interesados hacen sus ofertas. El negocio se cierra cuando el oferente acepta la mejor tasa de descuento que le ofrecen.

En el caso de los cheques avalados, se trata de cheques de pago diferido cuyo pago está garantizado por una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). Así, de no pagar el librador, la SGR se hace cargo del pago. En este caso, las pymes pueden presentar cheques de terceros e incluso propios. Incluso hay grandes empresas que formaron SGR para avalar los cheques de sus proveedores. Otra opción es que una gran empresa "apadrine" (por decirlo de alguna manera) a sus proveedores ante la SGR. La empresa que quiere negociar los cheques tiene que presentarse en alguna de las SGR autorizadas, abrir una "carpeta" y presentar las garantías del caso. Este trámite se realiza una sola vez y, a lo sumo, se deberá actualizar si crece mucho el monto de los cheques presentados a negociación. Luego, el sistema de operación es el mismo que en los patrocinados.
El mecanismo de negociación es muy transparente, ya que la oferta y demanda aparecen en el tablero. La tasa de descuento se fija en función de los parámetros de la SGR, por lo cual siempre es más baja de lo que debería pagar la pyme si quisiera negociar el cheque de otra manera. Sin embargo, y como señalamos más arriba, el sistema admite incluso la presencia de inversores particulares para adquirir los cheques, pero sus ventajas se diluyen por la falta de volumen. Es de esperar que el sector empresario comprenda los beneficios que implica: para las Pymes, se facilita el acceso a los fondos y se transparenta el costo del dinero. Para las empresas "grandes", los cheques que se descuentan en Bolsa no afectan su línea de crédito bancario y finalmente, que con una gestión sencilla facilita la supervivencia de sus proveedores.

(*) Guillermo Busso es Presidente de Cohen Sociedad de Bolsa y Director de Grupo Cohen S.A. Fue subsecretario Pyme, director del Banco Nación, presidente de Nación Factoring y de Nación Fideicomisos, vicepresidente de la Bolsa y jefe del departamento Pyme de la Bolsa, entre otras funciones.