viernes, 28 de noviembre de 2008

El Tablón, por Juan Butvilofsky

¿Alguna vez escucharon chiflar a un burro? Yo tampoco, pero juro haber encontrado a la mejor imitadora de ese sonido: una pava silbadora... Yo quería tomar mates con bizcochitos de grasa, pero no tenía bizcochitos de grasa. Famélico por ese antojo, bajé vía ascensor en patas, encaré hacia lo del chino, le compré un cuarto de bizcochitos de grasa, y pegué la media vuelta, como Luis Miguel, para volver a mi casa... El supermercado de Chen está a ubicado a una cuadra y media del edificio que me aloja. Si a eso le sumamos la distancia que separa a la vereda del octavo piso, vale sumar otra cuadra. Desde la góndola de las galletitas, aproximadamente, detecté el primer quejido de la pava que bramaba sobre una hornalla que, por mi desesperación, nunca había sido apagada (risas; desgracia)... Desde que asumí mi torpeza hasta la cocina vi pasar mi vida entera. De frente a mí, la molotov con patas rebotaba y escupía vapor de agua, pero no me amedrenté, y con mi inconcina como estandarte, la encaré como torero al toro y la ahogué en su delirio cuando apagué la llama... Probablemente, nunca se va a saber qué pasó en la cocina del equipo argentino de "Copa Davis". Más allá de lo que desmientan los protagonistas, las verdades ya habían sido sentenciadas por sus miradas. Sin revisar el decálogo de interrogantes que arrojó la desesperada gestión del gobernador que antes andaba en lancha, lo único que queda en claro, después de un fin de semana de locura, es que David Nalbandián, entre otras cosas, nunca le perdonó a Juan Martín del Potro el hecho de no arriesgar la salud por la causa... Según dejó trascender el cordobés desde el "Costa Galana", al potrillo de Tandil no le faltaron ni médicos ni días de reposo: careció del desparpajo y del necesario grado de inconsciencia que a veces transforman a lo lógico en hazaña, eso que tuve yo cuando me tiré de cabeza para frenar la erupción del volcán con forma de pava... ¿La dará la esquiva ensaladera otra chance a del Potro? ¿Por qué Nalbandián dice sus verdades cuando tiene ganas? ¿Alguna vez escucharon chiflar a un burro? (los espero esta tarde en casa; traigan, si son tan amables, bizcochitos de grasa)...

*Me separé de ustedes unos días, pero aquí estoy de nuevo. Sepan disculpar el título sensacionalista; lo consideré un recuerdo útil para reconquistar atención... Sin más, hasta el lunes; volvió "El Tablón"...

Juan Butvilofsky
Deportes
Metro 95.1 "El Parquímetro"
América 1190 "Página Abierta"
El Tablón / www.tablonargentino.com