viernes, 9 de mayo de 2008

El Tablón, por Juan Butvilofsky

-“Gordi”, ¿podemos pedir empanadas de humita esta noche?; daleee...-, le escuché rogar a la doble de riesgo de Blanca Curi (ex de Gómez), hace un tiempo, durante una travesía en el “Subte D”. –No mi amor. Sabés muy bien que no podemos. Estamos a régimen-, susurró su pareja, alias “Gordi”. –Por favooor, le saco los repulgues-, insistió la mujer, desesperada... Escuchar semejante súplica bajo tierra; el cumpleaños diecinueve de un amigo, Nahuel Foppoli, que se desarrolló en un aula improvisada en su casa, donde se dictaban clases de inglés particular; tomar cerveza tibia para bajar un “pancho” frío sentado en un pupitre, en aquel cumpleaños; y el chiste que se me ocurrió anoche (¿cómo se llama el roquero que vive a dieta?: “Chubby Chucker”...); son algunas de los acontecimientos más penosos que padecí al recorrer este pedregoso camino que es la vida... Es probable que no funcione, pero el inicio de este artículo camufla a un fin por demás loable: consolar a los simpatizantes de River, víctimas de su propio equipo, formación que consumó ante el heroico San Lorenzo, tal vez, el segundo grotesco deportivo más estridente de su centenaria historia, rayano con la cruel derrota por 4 a 2 contra Peñarol de Montevideo, también por la Libertadores, en la final de 1966. Es indiscutible que los nueve gladiadores “santos” que remontaron la lapidaria desventaja merecen eterna vida en el bronce, tan real como la otra certeza, la inocultable: la formación de Diego Simeone no mostró nada cuando se derrumbó el castillo; no hubo juego, fuego ni alma. Si usted es hincha del club de Núñez, no se haga tanto drama: caer en cuestión de horas contra el “Ciclón” de Ramón Díaz y frente Boca, que para colmo barrió en Brasil al Cruzeiro, es duro, pero no tanto como amputarle el repulgue a una empanada... Por otro lado, si usted es socio de Lanús, no se me venga abajo. No debe ser fácil el hecho de pasar de campeón a colista y luego caerse del Continente en octavos, pero es bastante más deprimente celebrar un cumpleaños en un aula casera, donde se dictan clases de inglés particular, sentado en un pupitre, bebiendo cerveza caliente para ablandar salchichas heladas... Y si usted es seguidor de Estudiantes, ¡arriba ese ánimo!. Ni el más pesimista de los aficionados se hubiese pensado afuera de la Copa después de medirse contra los ecuatorianos; yo creía que gobernaba al humor inteligente, y lo único que se me vino a la cabeza anoche fue el chascarrillo del edulcorante -¿cómo se llama el roquero que vive a dieta?: “Chubby Chucker”- (eso es triste, camarada)...
Juan Butvilofsky
Deportes
Metro 95.1 "El Parquímetro"
América 1190 "Página Abierta"
El Tablón / www.tablonargentino.com