Aquellas personas que se embarcan en la aventura emprendedora en la Argentina, se topan con una gran cantidad de dificultades. Las barreras de entrada al mercado son altas para aquellos que no cuentan con cierta estructura. A pesar de este panorama, que podría parecer desalentador para algunos, los datos del Global Entrepreneurship Monitor para el año 2006 dicen que sólo el 26% de los emprendimientos que se encontraban en su etapa inicial, habían emprendido por necesidad. Esto refleja un cambio grande con respecto al año 2002, cuando esta cifra ascendía al 50%. Es decir, que ha aumentado significativamente la cantidad de personas que eligen el camino emprendedor como una opción, en lugar de verlo como un "salvavidas" para pasar la crisis. Éste cambio podría reflejar una nueva voluntad en la sociedad civil argentina de generar fuentes de trabajo más ligadas con sus gustos, aspiraciones y sueños, tomando un rol participativo.
Pero esta participación, no se limita a la búsqueda de beneficios para la persona individual sino que se extiende hacia la transformación de la comunidad en general. Es muy significativo el aumento del tercer sector en nuestro país en los últimos años. Según el "Indice de desarrollo de la Sociedad Civil de Argentina" realizado por el PNUD, el BID y GADIS:
"En la Argentina sumida en una profunda crisis, donde casi el 60% de la población está por debajo de la línea de la pobreza y la clase media ha sido casi destruida, podría esperarse que los comportamientos individualistas asuman su máximo nivel, que imperen el "sálvese quien pueda" y la "ley de la jungla”. Sin embargo, los datos dan cuenta de una realidad muy diferente. Ha surgido un potente movimiento de solidaridad que recorre todos los estratos sociales y todas las edades. Según la Encuesta Gallup, el número de personas que realizan trabajos voluntarios pasó del 20% de la población en 1997 al 26% en el 2000, al 32% en el 2001 y ha seguido ascendiendo. (…) Cabe preguntarse: ¿Y cómo se explica este fenomenal aumento de la solidaridad en medio del incremento acelerado de la pobreza, que pasó del 32,6% en octubre de 1998 a 51,4% en mayo de 2002? ¿Reemplazó el comportamiento del "no te metas" cultivado por la dictadura militar y las visiones puramente economicistas, por esta actitud de "hay que ayudar al otro y dar la cara?"
(PNUD-BID-GADIS (2004) "Indice de desarrollo de la Sociedad Civil de Argentina", Edilab Editora, Argentina. http://www.confinesociales.org/pdfs/IDSC%20de%20Arg.pdf)
El hecho de que la sociedad civil tome un rol activo y creativo en la solución de los problemas que la asolan podría ser el primer paso para la generación de un contexto más abierto y amigable hacia los emprendimientos comerciales, sociales y públicos que se vienen gestando. La tarea de promover estas iniciativas cobra una importancia fundamental a la hora de crear un escenario más fértil para su desarrollo.
Ser emprendedor no significa "hago la mía, trabajo solo y para mí"; nada más lejos de lo que transmitimos desde INICIA. Lo que incentivamos en los emprendedores es el contacto entre sí, la comunicación, el trabajo conjunto y el encuentro con el otro para buscar el crecimiento general, no el particular. La premisa de Adam Smith de que persiguiendo el bienestar individual en forma egoísta, se genera un crecimiento de la sociedad en su conjunto mostró ser falaz hace tiempo. ¿Será que la sociedad civil argentina busca fundar el crecimiento social sobre nuevas bases? Desde INICIA y muchas otras organizaciones trabajamos para que así sea.
Por *Jimena Huarte
*La autora es Licenciada en Sociología (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires) y actualmente integra el equipo de INICIA, emprender para el futuro y de la Asociación Civil GPS - Gestión de Proyectos de Economía Social. En forma voluntaria colaboró con INICIA en la realización de la investigación de impacto de la asociación, y con la Fundación Cimientos - Para la Igualdad de Oportunidades Educativas. En años anteriores se desempeñó como docente en colegios, y como analista de riesgo en la empresa de venta por internet Mercado Libre.com.
Pero esta participación, no se limita a la búsqueda de beneficios para la persona individual sino que se extiende hacia la transformación de la comunidad en general. Es muy significativo el aumento del tercer sector en nuestro país en los últimos años. Según el "Indice de desarrollo de la Sociedad Civil de Argentina" realizado por el PNUD, el BID y GADIS:
"En la Argentina sumida en una profunda crisis, donde casi el 60% de la población está por debajo de la línea de la pobreza y la clase media ha sido casi destruida, podría esperarse que los comportamientos individualistas asuman su máximo nivel, que imperen el "sálvese quien pueda" y la "ley de la jungla”. Sin embargo, los datos dan cuenta de una realidad muy diferente. Ha surgido un potente movimiento de solidaridad que recorre todos los estratos sociales y todas las edades. Según la Encuesta Gallup, el número de personas que realizan trabajos voluntarios pasó del 20% de la población en 1997 al 26% en el 2000, al 32% en el 2001 y ha seguido ascendiendo. (…) Cabe preguntarse: ¿Y cómo se explica este fenomenal aumento de la solidaridad en medio del incremento acelerado de la pobreza, que pasó del 32,6% en octubre de 1998 a 51,4% en mayo de 2002? ¿Reemplazó el comportamiento del "no te metas" cultivado por la dictadura militar y las visiones puramente economicistas, por esta actitud de "hay que ayudar al otro y dar la cara?"
(PNUD-BID-GADIS (2004) "Indice de desarrollo de la Sociedad Civil de Argentina", Edilab Editora, Argentina. http://www.confinesociales.org/pdfs/IDSC%20de%20Arg.pdf)
El hecho de que la sociedad civil tome un rol activo y creativo en la solución de los problemas que la asolan podría ser el primer paso para la generación de un contexto más abierto y amigable hacia los emprendimientos comerciales, sociales y públicos que se vienen gestando. La tarea de promover estas iniciativas cobra una importancia fundamental a la hora de crear un escenario más fértil para su desarrollo.
Ser emprendedor no significa "hago la mía, trabajo solo y para mí"; nada más lejos de lo que transmitimos desde INICIA. Lo que incentivamos en los emprendedores es el contacto entre sí, la comunicación, el trabajo conjunto y el encuentro con el otro para buscar el crecimiento general, no el particular. La premisa de Adam Smith de que persiguiendo el bienestar individual en forma egoísta, se genera un crecimiento de la sociedad en su conjunto mostró ser falaz hace tiempo. ¿Será que la sociedad civil argentina busca fundar el crecimiento social sobre nuevas bases? Desde INICIA y muchas otras organizaciones trabajamos para que así sea.
Por *Jimena Huarte
*La autora es Licenciada en Sociología (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires) y actualmente integra el equipo de INICIA, emprender para el futuro y de la Asociación Civil GPS - Gestión de Proyectos de Economía Social. En forma voluntaria colaboró con INICIA en la realización de la investigación de impacto de la asociación, y con la Fundación Cimientos - Para la Igualdad de Oportunidades Educativas. En años anteriores se desempeñó como docente en colegios, y como analista de riesgo en la empresa de venta por internet Mercado Libre.com.