viernes, 4 de julio de 2008

El Tablón, por Juan Butvilofsky

San Agustín dijo alguna vez que “quien canta, dos veces ora”. Yo sentencio en este instante que una fiesta de disfraces es dos veces fiesta, para todos, menos para el que se disfraza de momia... Mi hermano menor, Santiago, había hecho la convocatoria: su cumpleaños, el 16 de diciembre de aquel año, iba a ser diferente: la fiesta iba a ser dos veces fiesta; iba a ser de disfraces... Un galpón subterráneo del barrio de San Telmo, sin ventilación ni aire acondicionado, hacía las veces de salón. La excitación, alrededor de las once de la noche, era total. La "Mujer Maravilla", desenfrenada, bailaba sensual, empapada por su dulce sudor. Mi primo “Luli”, con la careta de Dante Caputo, esa que viene con anteojos, nariz y bigote integrados, disfrutaba de las curvas de la heroína mientras bebía cerveza helada. Las dos odaliscas también seducían con sus danzas. Nahuel, que era “Tarzán”, y el “Gordo Nico”, un travesti en maya, no paraban de mirarlas... Y ahí estaba Juan Butvilofsky, la momia (tristísimo; verídico), envuelto en gasas, mareado, pidiendo auxilio y agua, tendido sobre el piso de cemento con la presión baja, víctima de los cuarenta y dos grados y de su decisión que después fue disfraz, simpática elección, la más divertida, ideal para una celebración así (pero en Ushuaia)... Saber elegir es un don divino. Es una virtud que diferencia a una persona idónea de otra poco apta... Los que decidieron que Emanuel Ginóbili sea el emblema argentino en los próximos juegos olímpicos jamás incurrirían en el error que cometió este joven columnista; ellos serían odaliscas, o “Tarzán”, pero nunca la momia con presión baja... “Manu”, por palmarés, por conducta, por conocimiento de mercado y por presente es “el” atleta argentino del momento; es el mejor exponente de nuestro deporte; es quien debe portar la bandera... ¿Podrá el bahiense guiar otra vez a sus compañeros hasta la medalla dorada? ¿Cuántas preseas de oro conseguirán los miembros de nuestra delegación en aquellas tierras lejanas? -¿Me podés alcanzar, por el amor de Dios, un vaso con agua?-, le pidió la momia Juan Butvilofsky, tendida en el piso, al “Hombre Araña”...

* Aprovecho este pedacito para saludarlos hasta el viernes 11 de este mes, ya que de cara a los Juegos, el campeonato, las Copas, las eliminatorias y demás eventos, la momia se tomará un respiro. Muchas gracias por la lectura en esta primera parte del año, por el respeto, sobre todas las cosas, y por el aguante.
Juan Butvilofsky
Deportes
Metro 95.1 "El Parquímetro"
América 1190 "Página Abierta"
El Tablón / www.tablonargentino.com