Predecía El Tablón, ¡textual!, un 14 de noviembre de 2005...
“Lugar: Alemania. Duelo: Argentina-Togo. Resultado parcial: Argentina 1 (Tevez) - Togo 1 (un señor morocho). Tiempo de juego: cuarenta y dos minutos del segundo tiempo. Acción: pelotazo largo de otro señor morocho, la bola pica en un canto rodado, le pasa por arriba a Roberto Ayala, le rebota a un polaco nacionalizado que se había ido a vivir a Togo un mes atrás para abrir canchas de padel, y se le mete entre las patas a Roberto Abbondanzieri. Final: 1-2; eliminados en octavos... Si usted cree que esta visión tiene futuro, pulse #uno. Si cree que estoy mamado, presione #dos. Y si usted no cree en nada, es #agnóstico (finísimo)”. La pesadilla continúa, aunque usted no lo crea, y lo grotesco es que el deja vou involucra a los mismos protagonistas, que en vez de defensores, como alertaba El Tablón, son enemigos. No se puede responsabilizar a un solo jugador por la debacle de todo un equipo, pero que al mismo zaguero le hagan el mismo gol que costó un Mundial en 1998, y que además el mismo central haga solito el trabajo que no se animó a hacer Robinho, te tira la moral al piso. El triste final no debe enterrar al resurgir de un idilio, aunque sería magnífico que los becados que despilfarraron tanta chance sin honores renuncien a sus lugares para que otros afronten las eliminatorias. No hay tiempo para hacer leña del árbol caído; que se invierta la impotencia en estimular al joven arquero Carrizo, al “Cata” Díaz, a Mascherano, a Gago, a Messi y a Tevez, estandartes de un futuro muy cercano, obligados como nunca a devolverle la identidad ganadora a la mayor de las Argentinas. ¿Será posible la revolución futbolística con el desgastadísimo Grondona a la cabeza?, ¿seguirá apostando Basile por los players que fracasaron con Passarella, Bielsa y Pekerman?, ¿quiere que le diga qué número va a salir en la quiniela? (mañana el 28, las tetas).
¡Se viene el TABLÓN NEWSLETTER (coming soon)…!
Juan Butvilofsky
Deportes
Metro95.1 "El Parquímetro"
América1190 "Página Abierta"
El Tablón¡
“Lugar: Alemania. Duelo: Argentina-Togo. Resultado parcial: Argentina 1 (Tevez) - Togo 1 (un señor morocho). Tiempo de juego: cuarenta y dos minutos del segundo tiempo. Acción: pelotazo largo de otro señor morocho, la bola pica en un canto rodado, le pasa por arriba a Roberto Ayala, le rebota a un polaco nacionalizado que se había ido a vivir a Togo un mes atrás para abrir canchas de padel, y se le mete entre las patas a Roberto Abbondanzieri. Final: 1-2; eliminados en octavos... Si usted cree que esta visión tiene futuro, pulse #uno. Si cree que estoy mamado, presione #dos. Y si usted no cree en nada, es #agnóstico (finísimo)”. La pesadilla continúa, aunque usted no lo crea, y lo grotesco es que el deja vou involucra a los mismos protagonistas, que en vez de defensores, como alertaba El Tablón, son enemigos. No se puede responsabilizar a un solo jugador por la debacle de todo un equipo, pero que al mismo zaguero le hagan el mismo gol que costó un Mundial en 1998, y que además el mismo central haga solito el trabajo que no se animó a hacer Robinho, te tira la moral al piso. El triste final no debe enterrar al resurgir de un idilio, aunque sería magnífico que los becados que despilfarraron tanta chance sin honores renuncien a sus lugares para que otros afronten las eliminatorias. No hay tiempo para hacer leña del árbol caído; que se invierta la impotencia en estimular al joven arquero Carrizo, al “Cata” Díaz, a Mascherano, a Gago, a Messi y a Tevez, estandartes de un futuro muy cercano, obligados como nunca a devolverle la identidad ganadora a la mayor de las Argentinas. ¿Será posible la revolución futbolística con el desgastadísimo Grondona a la cabeza?, ¿seguirá apostando Basile por los players que fracasaron con Passarella, Bielsa y Pekerman?, ¿quiere que le diga qué número va a salir en la quiniela? (mañana el 28, las tetas).
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Juan Butvilofsky
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