domingo, 1 de julio de 2007

El Tablón, por Juan Butvilofsky

*Dedicado a la memoria del maestro Juan José Lujambio; gracias por honrar a este oficio.

De mi libro “Ciento ocho consejos útiles para levantarse minas en el cerro Otto” se pueden rescatar varias máximas aplicables a nuestro fútbol, o simplemente una idea. Chascarrillos lúcidos como “arrimate negra linda que ya tengo listo al muñeco”el festejante debe mirar a los ojos a la muchacha, sacudir la zanahoria, y por último clavarla en la pelota de nieve superior que hace las veces de cabeza-; o “¿sabías mami que somos el uno para el Otto?” –el festejante debe sacar un churro de la riñonera y golpetear con el mismo la frente de la muchacha tres veces-; son un claro ejemplo de que con poca creatividad uno también puede hacer algo digno. La idea de jugar los próximos torneos del fútbol vernáculo sin público visitante en los estadios es una confesión de partes: los dirigentes argentinos se declararon incapaces; no están en condiciones de organizar espectáculos deportivos. A esta brutal, aunque inconsciente, autocrítica le debería seguir la renuncia de todos los personajes que la hayan suscripto. Que no entren más los barras bravas ni los dirigentes que los financian, y que se castigue a todos los que cometen delitos; así es como se debe solucionar este conflicto. La selección de Basile parece haber encontrado respuestas porque sus futbolistas ahora son futbolistas y no son divos. La pelota va hacia el mejor ubicado, y no sólo en dirección al compañero de cuarto. ¿Será este el equipo que le devuelva el entusiasmo al alicaído seguidor criollo?, ¿podrán atrapar esta Copa con esa defensa integrada por enemigos?, ¿seremos de una buena vez el uno para el Otto? (yo creo que sí; hay fuego para ahuyentar al frío).
Juan Butvilofsky
Deportes
Metro95.1 "El Parquímetro"
América1190 "Página Abierta"
El Tablón¡