jueves, 18 de octubre de 2007

El Tablón, por Juan Butvilofsky

Francisco, mi amigo gay, un cordobés de Tanti, me confesó hace un mes que no sabía cómo decirle a su padre, el tornero Roque, que no le gustaban demasiado las señoritas y que prefería, entre otras cosas, marineros con olor a mono... –Francisco-, le susurré, -quedate en el molde que se lo revelo yo, ¿para qué están los amigos, querido?-. Al día siguiente, me acerqué en trolebús hasta Tanti, toque tres veces el timbre del taller de don Roque, me tomé cuatro vasos de “Legui” con el tano y le tiré: -don Roque, Francisco no es como todos, él es un “Pancho” diferente (la frase la había robado de un maxikiosco de Rafael Calzada)-... Así, sutil, sereno, le ahorré nueve años de terapia al pibe y un derrame cerebral al nono; al fin y al cabo no era para Tanti (risas)... No es el atropello el único vehículo para lograr un objetivo o un resultado; también se puede alcanzar una meta a paso cansino, silbando bajito. La selección argentina del “Coco” Basile tiene como líder a un tipo que no corre Tanti, pero que hace correr a la pelota hasta los pies de sus compañeros a la hora de atacar, y la esconde cuando defiende para que el rival no ataque. Así, sutil, sereno, Juan Román Riquelme comanda a un equipo que ya sale de memoria, que no deslumbra Tanti, pero que se muestra efectivo. Desde este humilde Tablón recomendamos la cadencia del diez por encima del torpe vértigo que no conduce a nada (si el “Piojo” López no hubiese sido tan rápido habría sido arquitecto, por ejemplo). Desde aquí votamos por el más elegante defensor de la causa argentina, un Tanti incomprendido, como Francisco, mi amigo gay, un “Pancho” diferente (la frase la robé de un maxikiosco de Rafael Calzada).
JUAN BUTVILOFSKY
METRO95.1
AMERICA1190
FM IDENTIDAD92.1
EL TABLON, te quiero Tanti...