*La barra brava del club Almirante Brown, la que está compuesta por los mismos delincuentes que el 2 de junio de 2007 le arrojaron una bomba de estruendo al arquero de Estudiantes de Buenos Aires Walter Cáceres, situación que provocó la suspensión de la final por el ascenso a la "Primera B Nacional", evidentemente no escarmienta... Pese a que por aquel incidente la "AFA" castigó a la institución con la quita de 18 puntos, sanción que lo empujó inevitablemente a la "Primera B Metropolitana", los violentos volvieron a chocar en la sede de la institución, ubicada en José Ignacio Rucchi y J. F. Seguí... Como alerta, desde este rincón minúsculo, como se hizo alguna vez cuando el "demonio" era la barra de Boca, va aquel Tablón, lamentablemente repetido: prevención y memoria...
EL TABLÓN, otra vez... (yo no quería hacerlo)...
Durante la florida primavera de 1993, a metros de un baño químico cito en el "Parque Sarmiento", un Juan Butvilofsky con jopo, abdominales y sánguches de milanesa, consultó a un churrero una cuestión que lo agobiaba... -¿Qué es un barra brava, señor expendedor de churros?-, le grité aquella vez. –Fácil pibe; es un integrante de un grupo mafioso organizado, que usufructúa con el delito en todas sus formas, amparado por los organismos de control, o sus socios, como quieras llamarlos, patrocinado generalmente por dirigentes deportivos y futbolistas cómplices, a veces presos del miedo-, me susurró, mientras rellenaba un vigilante con ácido fólico para una joven embarazada. -Un barra brava no es "el Gordo Cabeza de Toronja", verdulero de lunes a sábado, superhéroe los domingos, quien lucha por su causa estrolando hinchas de otros cuadros contra los portones del barrio. Estos delincuentes son generalmente patrones o "punteros", que abastecen de drogas a quienes las consumen, explotan "zonas liberadas", queman urnas en elecciones o concurren a los actos políticos, siempre con una misión y una retribución, por supuesto-, añadió el comerciante, antes de perderse detrás de su canasta... La flamante primavera despertó en mí ese recuerdo dormido. Hoy, más maduro y menos churro, puedo afirmar que el tipo tenía razón... Que la Justicia lo escuche; y que los barras bravas, de una buena vez, paguen la factura...
Juan Butvilofsky
Deportes
Metro 95.1 "El Parquímetro"
América 1190 "Página Abierta"
El Tablón / www.tablonargentino.com
EL TABLÓN, otra vez... (yo no quería hacerlo)...
Durante la florida primavera de 1993, a metros de un baño químico cito en el "Parque Sarmiento", un Juan Butvilofsky con jopo, abdominales y sánguches de milanesa, consultó a un churrero una cuestión que lo agobiaba... -¿Qué es un barra brava, señor expendedor de churros?-, le grité aquella vez. –Fácil pibe; es un integrante de un grupo mafioso organizado, que usufructúa con el delito en todas sus formas, amparado por los organismos de control, o sus socios, como quieras llamarlos, patrocinado generalmente por dirigentes deportivos y futbolistas cómplices, a veces presos del miedo-, me susurró, mientras rellenaba un vigilante con ácido fólico para una joven embarazada. -Un barra brava no es "el Gordo Cabeza de Toronja", verdulero de lunes a sábado, superhéroe los domingos, quien lucha por su causa estrolando hinchas de otros cuadros contra los portones del barrio. Estos delincuentes son generalmente patrones o "punteros", que abastecen de drogas a quienes las consumen, explotan "zonas liberadas", queman urnas en elecciones o concurren a los actos políticos, siempre con una misión y una retribución, por supuesto-, añadió el comerciante, antes de perderse detrás de su canasta... La flamante primavera despertó en mí ese recuerdo dormido. Hoy, más maduro y menos churro, puedo afirmar que el tipo tenía razón... Que la Justicia lo escuche; y que los barras bravas, de una buena vez, paguen la factura...
Juan Butvilofsky
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Metro 95.1 "El Parquímetro"
América 1190 "Página Abierta"
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