sábado, 20 de octubre de 2007

Negocios

Ser PYME en Latinoamérica

PYME (Pequeñas y Medianas Empresas) es un concepto muy difundido en Latinoamérica que lamentablemente encierra conceptos muy divergentes en tanto cuáles son los factores que dan definición a una PYME en cada país.
Resulta muy sencillo hablar de PYME, incluso más frecuente de lo que desearíamos: termina siendo un cliché y una gran bolsa donde poco nos atrevemos a mirar para comprender cómo son las empresas que representan el motor económico de Latinoamérica.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en los 14 países más grandes de la región existen al menos 8.4 millones de empresas formales. De ellas, un 93% son microempresas (hasta 5 o 10 empleados); 6,8% son pequeñas y medianas (entre 5/10 y 100/200 empleados) y sólo un 0,2% son grandes empresas (más de 100/200 empleados). Tomando a la microempresa, además de la pequeña y mediana, representa entre el 60% y el 80% del empleo en la mayoría de los países de la región. Durante los años noventa las microempresas y las PYME pasaron a ser las principales fuentes de creación de empleo, creando 6 de cada 10 y 3 de cada 10 nuevos puestos de trabajo respectivamente, además de explicar entre el 30% y el 60% del valor bruto de la producción (VBP) en la mayoría de los países latinoamericanos.
Es tentador abordar el tema de definir a la PYME desde un punto de vista meramente cuantitativo, por ejemplo en relación con los recursos humanos que emplea la empresa. De hecho muchos países así lo hacen, pero la comparación a efectuar es más compleja y dificulta enormemente cualquier estudio en la región.
Por otro lado, al intentar tomar estos factores que logran una generalización más sencilla de estudiar, nos encontramos con que los organismos u organizaciones internacionales son en parte los referentes a tales efectos. Sin embargo, aquí también encontramos diferencias en los criterios aplicados, aunque bueno es decirlo, podemos acercarnos más claramente a una comparación entre países.
Por ejemplo, el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) define a una PYME como aquella que tiene menos de 100 empleados y factura anualmente hasta US$ 3:M. Al otro lado del océano, la Comisión Europea, en resolución del 6 de mayo de 2003 y basándose en la Carta de la Pequeña Empresa, entiende que la pequeña empresa es la que emplea a menos de 50 personas y su volumen de negocio es menor o igual a 10 Millones de euros. Finalmente la mediana empresa es la que emplea a menos de 250 personas y su volumen de negocio es de 50 Millones de euros.
Publicaciones como América Economía, en su primer ranking de pequeñas y medianas empresas (octubre de 2005), toma como elemento simplificador precisamente el estereotipo conocido, es decir la cantidad de empleados en las empresas. No obstante, podemos advertir que presenta una encrucijada en países como Argentina y Panamá, donde la legislación vigente refiere a otros factores para definir las PYME.
Básicamente la PYME en los países de Latinoamérica toma su definición del personal empleado, las ventas, los activos y otros elementos de menor trascendencia.
Por otro lado, hay algunas particularidades, por ejemplo el citado caso de Argentina, donde el criterio base es el de ventas anuales. Sin embargo, la definición difiere (bajo el mismo criterio), dependiendo de si la empresa es manufacturera, comercial o de servicios.
Bolivia maneja tres criterios: ventas, activos y empleo (los dos primeros contabilizados en base a salarios mínimos). Sin embargo, el uso oficial suele centrarse solamente sobre el empleo. Colombia maneja los parámetros de personal empleado y activos totales según la ley MiPyME (ley 590, 2000).
En Venezuela no existía una definición oficial para las empresas de carácter comerciales o de servicios; el gobierno solo tomaba aquellas manufactureras. A partir de la promulgación del Decreto Ley para La Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria - PYMI (2001), se introduce una nueva definición que establece como parámetros para la PYMI el número de empleados y el nivel de ventas. Adicionalmente, y como elemento novedoso define al "emprendedor" como una persona interesada y capaz de identificar, evaluar y desarrollar una idea hasta transformarla en un concepto de negocio operativo o en un producto.
La PYME ha pasado, a lo largo de las últimas décadas, de ser un recurso de empleo, una salida a las crisis, a ser una moda discursiva y recientemente un actor clave de desarrollo regional. Hablar y pensar en PYME son cosas distintas. Poco a poco los países de la región están emprendiendo acciones para revitalizar y abrirle nuevas puertas a estas empresas.

Por *Mauro D. Rios

*Analista de Sistemas y Analista en Marketing. Es considerado un especialista en proyectos de organismos de cooperación internacional. Docente y conferencista, particularmente sobre e-Business. Ávido conocedor e investigador de la realidad PYME en Latinoamérica, sector que analiza con frecuencia en sus trabajos.
Mauro D. Rios / mdrios@latinmanagers.com Realiza desarrollo de negocios para LatinManagers en Uruguay.