Los presidentes de Sudamérica se reunieron hace unos días con motivo de la I Cumbre Energética regional en la isla Margarita. Estuvieron presentes los presidentes de Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Paraguay y Ecuador, así como también de Brasil y Venezuela. En esta cumbre, más se vislumbraron los propósitos políticos, que los acuerdos para lograr una integración regional. En la misma se destacaron las diferencias entre Venezuela y Brasil respecto de los biocombustibles, ya que el presidente venezolano intentó sostener que con la producción del "etanol" obtenido de la caña de azúcar y/o del maíz podría conducir a la escasez de alimentos y suba de precios y como consecuencia de ello habría mayor hambre en el mundo. Cabe recordar que el presidente bolivariano ha logrado aliados regionales mediante las exportaciones subsidiadas de crudo, por lo que ha exhortado a los líderes latinoamericanos a rechazar el etanol y a confiar en sus vastas reservas petroleras.Por otro lado, Brasil destacaba que hay suficiente tierra cultivable para alimentos y biocombustibles en Sudamérica. Hay que considerar que el consumo de etanol tuvo un enorme crecimiento últimamente con el aumento de ventas de autos que funcionan con nafta y ese combustible. Aprovechando la ocasión, el presidente de Venezuela nuevamente intentó, en alguna medida, asentar bases y procurar nuevas alianzas para no perder el liderazgo regional que obtiene con la rentabilidad de sus reservas petroleras. Motivo por el cual se marcaron, aunque no en las apariencias, las posiciones encontradas con el mandatario brasilero respecto del reciente convenio entre USA y el país carioca por los biocombustibles, mas específicamente para el desarrollo del etanol.Ya que estos dos últimos serían los mayores productores de esta reserva energética alternativa por su producción de caña de azúcar y/o maíz. Con lo cual, Chávez vería con preocupación la posibilidad de ser desplazado por una competencia energética alternativa al crudo, del cual es el quinto exportador. .El mandatario venezolano también intentó consolidar una relación intercontinental con los países de la región disputando la influencia de USA e intentando fortalecer su protagonismo. Prueba de ello, el cambio de denominación a la Comunidad Sudamericana de Naciones, ente ignorado desde que fue lanzado hace tres años en Perú, el que se llamará, por pedido del presidente Chávez, Unión de Naciones Sudamericanas. Otro acuerdo que propuso Venezuela fue la decisión de crear un consejo energético regional con la construcción del llamado Gran Gasoducto del Sur, ya que Chávez pretendía ampliar la red de países exportadores de gas procurando abastecer a la región, con sus importantes reservas de gas, comenzando por Brasil, lo que generaría diferencias entre los países exportadores y consumidores, como aseveraba el canciller brasilero. Tampoco se lograron nuevas alianzas promovidas por ese país respecto de la creación del Banco del Sur. Asimismo cabe destacar la ausencia de Perú y Uruguay como también el encuentro que sostuvo Bachelet con representantes de la oposición política de Venezuela, aunque la mandataria chilena también sostuvo una reunión con el anfitrión.Es relevante considerar las expresiones publicas vertidas por Bachelet quien dijo que:"Chile era una república libre y soberana". Al mismo tiempo que destacó: "Los caminos de Chile y Venezuela no son iguales, son distintos, y tenemos que aprender a respetar los caminos que sigue cada país y las instituciones que están detrás de cada uno de ellos", por lo que pidió "respetar la diversidad".Expresiones que marcan la diferencia de aquellas Naciones que procuran la prosperidad regional con democracias modernas y competitivas. En definitiva, el encuentro regional más pareciera haber tenido por intención definir liderazgos a través de alianzas regionales que procurar propuestas. Las que solo se afirmaron en las actas de declaraciones y no en resultados concretos. Por lo que una vez mas nos encontramos frente a una indefinición de proyectos y/o estrategias conjuntas de fondo que deberían resolver la presente situación procurando una integración que lleve a un crecimiento sostenido. Igualmente quedó reflejado el propósito que persiguen los distintas tendencias políticas de la región, ya que por un lado están aquellos que buscan verse beneficiados por políticas económicas acertadas como: Chile, Perú, Uruguay, Méjico, Brasil, etcétera. Mientras que otros, como Bolivia, Venezuela, Cuba, Ecuador, solo procuran obtener réditos políticos que contribuyan a sostener su permanencia en el poder con su retórica antiimperialista que solo conduce a posiciones verticalistas en las que hasta ahora no se percibe que hayan contribuido a las economías locales, ni a la disminución de la pobreza, ni a una mayor seguridad, ni a disminuir el flagelo de la droga, ni a incrementar fuentes de trabajo, ni a combatir los conflictos regionales por los que atraviesa el territorio. Finalmente cabe destacar la frase del presidente de Ecuador, Rafael Correa quien dijo señalando las banderas de las 12 naciones sudamericanas alineadas en la turística isla venezolana: "Nos hablan de un pasado común, y esperan encontrar un presente y un futuro en común". Objetivo final bien lejos de la realidad actual conforme se ha podido experimentar en las conclusiones y en las propuestas de este encuentro latinoamericano.
Por Juana Marcó