viernes, 27 de marzo de 2009

El Tablón, por Juan Butvilofsky

Iba a ser la mañana más gloriosa de mi vida, el día de la reivindicación, pero un inmoral policía me encerró junto con mi ilusión... A mí, el chico de departamento, el que se había sumado en cuarto grado a un grupo de bárbaros que se había gestado desde Jardín; el del apellido impronunciable, amorfos zapatos ortopédicos e ingobernable remolino; a ese purrete de espíritu errante, apenas unos diez años más tarde, lo habían convocado para sumarse al combinado de fútbol de cadetes del "Instituto Agustiniano": a la Selección... –Mostrame el documento, nene-, me gritó un oficial la fatídica noche anterior. –Identifíquese-, exclamé yo... Todavía no he podido sacarme el mocasín del Ecuador. Aún late mi pompa izquierda por la vertical suela del borceguí rector... A Diego Armando Maradona también le llegó el día que siempre soñó. Este sábado, frente a los entusiastas venezolanos, el emblemático DT le habrá ganado la batalla de las batallas a su karma, el que lo empujó hasta el precipicio, la maldita cruz que le cortó las piernas, el rival más difícil al que gambeteó. Este sábado, Maradona soñará despierto su sueño más lindo, el sueño del pibe, ese que alguna vez soñé yo: ser parte de su Selección... La polémica decisión de Juan Román Riquelme no va a manchar a la pelota, será una gran fiesta del fútbol, y si se puede triunfar, mucho mejor... Aquella noche estuve preso unas cinco horas, pero no la pasé tan mal. En mi cueva había un borracho al que le habían dejado cuidar su guitarra, y cantamos hasta que llegó mi viejo, me insultó delante de todos los convictos por huevón, y me rescató... Al día siguiente, finalmente, debuté en el equipo, y aunque perdimos 4 a 1, fue una jornada gloriosa, mágica, como la que va a gozar el "Diez", como la que alguna vez tuviste vos.
Juan Butvilofsky
Metro95.1 "El Parquímetro"
CIE Argentina - División Medios - Deportes
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